Tumores cerebrales
Los tumores cerebrales son un tipo de tumores infrecuentes en los adultos. Existen diferentes tipos, algunos de ellos son benignos y otros malignos (cancerosos). La mayoría de los tumores malignos son debidos a la extensión (metástasis) de un cáncer localizado en otro lugar del cuerpo, siendo más infrecuentes los tumores malignos que proceden del propio cerebro. Los tumores cerebrales pueden clasificarse en:
Metástasis cerebrales. Son la causa más frecuente de tumor cerebral maligno en los adultos. Las metástasis se deben a la extensión de un tumor localizado en otra zona del cuerpo, generalmente un cáncer de pulmón, un cáncer de mama o un melanoma. Habitualmente aparecen en pacientes que saben que tienen un cáncer en un determinado lugar aunque, en ocasiones, las metástasis cerebrales son la primera manifestación de la presencia de un cáncer que no sabían que tenían.
Tumores cerebrales primarios. Existen varios tipos:
Gliomas, como el astrocitoma, el oligodendroglioma o el oligoastrocitoma.
Linfoma del sistema nervioso central.
Tumores cerebrales que proceden de estructuras adyacentes (cercanas) al cerebro, como los meningiomas y los schwannomas.
Síntomas
Los signos y síntomas de un tumor cerebral varían en gran medida y dependen del tamaño, la ubicación y la tasa de crecimiento del tumor cerebral.
Entre los signos y síntomas generales que provocan los tumores cerebrales se encuentran los siguientes:
Nueva aparición o cambio en el patrón de dolores de cabeza
Dolores de cabeza que progresivamente se vuelven más frecuentes y más intensos
Náuseas o vómitos inexplicables
Problemas de la vista, como visión borrosa, visión doble o pérdida de visión periférica
Pérdida gradual de la sensibilidad o del movimiento en un brazo o pierna
Dificultad para mantener el equilibrio
Dificultades con el habla
Te sientes muy cansado
Confusión en asuntos diarios
Dificultad para tomar decisiones
Incapacidad para seguir órdenes sencillas
Cambios en la personalidad o el comportamiento
Convulsiones, especialmente en personas sin antecedentes de convulsiones
Problemas de audición
Causas
Los tumores cerebrales primarios incluyen cualquier tumor que se inicie en el cerebro. Se pueden originar a partir de las células cerebrales, las membranas alrededor del cerebro (meninges), los nervios o las glándulas.
Los tumores pueden destruir directamente células cerebrales. También pueden provocar daño a las células produciendo inflamación, ejerciendo presión sobre otras partes del cerebro e incrementando la presión intracraneal.
Se desconoce la causa de los tumores cerebrales primarios. Hay muchos factores de riesgo que podrían influir:
La radioterapia empleada para tratar cánceres cerebrales aumenta el riesgo de tumores cerebrales hasta 20 o 30 años después.
Algunas afecciones hereditarias incrementan el riesgo de los tumores cerebrales, entre ellos neurofibromatosis, síndrome de Von Hippel-Lindau, el síndrome de Li-Fraumeni y el síndrome de Turcot.
Los linfomas que comienzan en el cerebro en personas con un sistema inmunitario debilitado algunas veces están relacionados con una infección con el virus de Epstein-Barr.
No se ha demostrado que los siguientes constituyan factores de riesgo:
Exposición a la radiación en el trabajo o a cables de energía, teléfonos celulares o teléfonos y dispositivos inalámbricos
Traumatismos craneales
Tabaquismo
Hormonoterapia
Diagnóstico
Imagen por resonancia magnética o tomografía computarizada
A veces, una punción lumbar
En ocasiones, biopsia
El médico considera la posibilidad de un tumor cerebral en las personas que han sufrido por primera vez una convulsión o presentan los síntomas característicos. Aunque el médico, por lo general, detecta una disfunción del cerebro durante una exploración física, se requieren otros procedimientos para diagnosticar un tumor cerebral.
La resonancia magnética nuclear es la mejor prueba de diagnóstico por imagen para detectar un tumor cerebral. La tomografía computarizada (TC) es una buena alternativa. Con esta técnica se pueden identificar la mayoría de los tumores cerebrales. Antes de la realización de estas pruebas, se inyecta en una vena una sustancia que permite que el tumor sea más fácil de visualizar (un medio de contraste para resonancia magnética o un medio de contraste para tomografía computarizada). Estas pruebas también muestran con mucho detalle el tamaño del tumor y su localización exacta. Una vez se detecta un tumor cerebral, se llevan a cabo otros procedimientos diagnósticos para determinar su tipo específico.
Tratamiento
El tratamiento para un tumor cerebral depende del tipo, el tamaño y la ubicación del tumor, así como también de tu salud general y tus preferencias.
Cirugía
Si se localiza un tumor cerebral en un lugar accesible para una operación, el cirujano trabajará para extraer la mayor cantidad de tumor posible.
En algunos casos, los tumores son pequeños y fáciles de separarse del tejido cerebral que los rodea, lo cual hace que sea posible una extracción quirúrgica completa. En otros casos, los tumores no pueden separarse del tejido que los rodea, o bien están localizados cerca de partes sensibles dentro del cerebro, lo cual hace que la cirugía sea riesgosa. En estas situaciones, el médico extrae la mayor cantidad de tumor que sea seguro extraer.
Incluso extraer una parte del tumor cerebral puede ayudar a reducir los signos y síntomas.
La cirugía para extraer el tumor cerebral conlleva riesgos, como infección o sangrado. Otros riesgos pueden depender de la parte del cerebro donde esté localizado el tumor. Por ejemplo, la cirugía sobre un tumor que se encuentra cerca de los nervios que están conectados a los ojos podría implicar un riesgo de pérdida de la visión.
¿Qué tipo de seguimiento debería esperar luego del tratamiento?
El tratamiento regular de seguimiento es extremadamente importante luego del tratamiento del tumor. Más allá de los exámenes regulares físicos y neurológicos y los análisis de sangre, usted podría necesitar de RMN, espectroscopía por RM, RMN por perfusión o por difusión, y/o exámenes por TAC. Raramente los médicos utilizan la tomografía por emisión de positrones (PET) en pacientes con tumores en el cerebro. Sin embargo, podrían utilizar la PET para monitorear la enfermedad afuera del cerebro (enfermedad extracranial). Su médico también podría recomendar cuidados para el hogar, terapia ocupacional o vocacional, manejo del dolor, terapia física, y participación en grupos de ayuda.
Las consultas de seguimiento le ayudan al médico a:
detectar signos de reaparición del tumor
controlar la salud del cerebro
identificar y tratar los efectos secundarios de la quimioterapia o la radioterapia
detectar la presencia de otros tipos de cáncer en etapas tempranas.
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